Turquesa, la joya del verano
La mañanas son por fin frescas y no frías, los atardeceres son más dorados y podemos permitirnos el lujo de dejar secar nuestro cabello al aire. Son los pequeños deleites que nos anuncian que el verano ya está casi aquí, que se encuentra a la vuelta de la esquina.
En cualquier momento, escucharemos el pistoletazo de salida, ese recuerdo del sonido del timbre de nuestro colegio como un recuero aletargado en la memoria de nuestra adolescencia, que señalaba el fin de la última clase y el comienzo de las vacaciones. ¡Un nuevo verano que ya está aquí!
Mientras llega el momento sólo hace falta una excusa para viajar con nuestra imaginación a las aguas tranquilas de un mar cálido y encalma. Basta un sonido , un perfume o un color como el color azul verdoso de la turquesa para sumergirnos en esas aguas azules y cristalinas. Ese color que la arena blanca y el cielo iluminado por los rayos del sol hace posible a partir de algo transparente: el agua.
La luz logra convertir el transparente agua en una fiesta de colores que van del verde al azulado hasta el bello color de la turquesa gracias a dos elementos : el cobre y las impurezas del hierro presentes en su composición química.
La Turquesa«La turquesa es una gema muy favorecedora especialmente en pendientes y diría que conjuga bien tanto con cabello rubio como con el contraste de una cabellera morena.»- explican los expertos de Denizse.
La turquesa se emplea en joyería en la actualidad y ya se empleaba como gema hace mas de 3000 años en Egipto y en las civilizaciones primitivas de América central.
Las turquesas se encuentran, por lo general, en forma de vetas que atraviesan rocas volcánicas en Persia, en la península del Sinaí, México, o Arizona, entre otros . Las más apreciadas se encuentran en Persia, sin embargo «Turquesa» significa piedra turca porque era a través de los comerciantes turcos por donde llegaban estas piedras preciosas a Europa procedentes de Persia.